Importancia de una buena relación médico-paciente
En los últimos años, los avances tecnológicos han generado cambios dentro de la práctica de la medicina y los profesionales de la salud han entrado en un proceso de adaptación constante debido a ello. Dentro de esta evolución, la relación médico-paciente ha dado un paso adelante con respecto a lo que se veía hace unos 20 o 30 años.
Este vínculo tiene un papel determinante dentro del área de la medicina, ya que es el que permite que se brinde asistencia médica de alta calidad durante el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad del paciente.
Gracias a esto, los conceptos de humanización hospitalaria y empoderamiento del paciente son tomados en cuenta para que la comunicación entre médico y paciente deje de ser unidireccional y pueda fluir en ambos sentidos. Esto, con el objetivo de que el paciente logre generar un vínculo efectivo de confianza con el doctor para que este sea el encargado de velar por su salud.
La confianza entra en el juego porque la misma evolución tecnológica ha ocasionado que los pacientes recurren a investigar y a conocer más sobre ciertas patologías que pueden estar afectando su salud, lo que los lleva al campo de la automedicación, lo cual no siempre resulta beneficioso para ellos y puede complicar su situación.
La relación médico-paciente seguirá avanzando con el tiempo y su importancia seguirá creciendo. El éxito que pueda tener un tratamiento para una determinada enfermedad puede ser mucho mayor con una comunicación asertiva y fluida entre ambos involucrados.
Esto ocasiona que el paciente se vea realmente interesado en su bienestar. Es decir, va más allá de solo tomar el medicamento recetado o seguir las indicaciones del doctor. También debe formar parte activa al conocer su estado de salud, tomar las decisiones correctas con asesoría profesional y ser responsable del cuidado de su salud.
Ir al médico sólo para recibir órdenes e instrucciones ya se quedó atrás. Este cambio en la forma de acudir a un doctor para chequear el estado de salud resulta en un avance significativo en el campo médico, que puede brindar resultados positivos y romper barreras en la relación médico-paciente.
Finalmente, el paciente debe tener la oportunidad de expresarse, sentir la comodidad y cercanía con un médico atento que tendrá en cuenta su opinión para conseguir el fin último: su salud.